Ya es Septiembre y para muchos se han acabado las vacaciones. Tras la desconexión de estos días, es hora de emprender el «nuevo curso» cambiando aquello que en el pasado no conseguistes. Septiembre es el mes de los propósitos saludables, por eso aprovecha para retomar tu rutina fitness, fijarte nuevos retos y empezarlos con las pilas cargadas. ¡Toma nota de estos tips para conseguirlo!

 propósitos saludables septiembre

Muchos consideran Septiembre como el inicio real del año, es el mes más parecido a Enero, el lunes de los meses, ese en el que todo comienza… Es por ello que es un mes de cambios y de buenos propósitos, en definitiva es el mes elegido por muchos para comenzar a llevar unos hábitos de vida más saludables: nos apuntamos al gimnasio, comenzamos con la dieta, salimos a caminar a diario…

Ahora bien, ¿cuántas veces has empezado con mucho entusiasmo y has acabado tirando la toalla al poco tiempo? Empezar a cuidarte es muy sencillo. De hecho seguramente sepas muchas de las cosas que debes hacer, solo tienes que ponerte en marcha. Asegúrate de que no empiezas la casa por el tejado, y dale tiempo a tu cuerpo y mente a adaptarse a la nueva rutina.

Para que estos buenos propósitos de vida sana no se queden sólo en eso, te damos algunos consejos para que consigas convertirlos en un estilo de vida. ¡Toma nota!

Septiembre: convierte tus propósitos saludables en un estilo de vida

Quizá te gustaría perder peso, estar más fuerte, tonificar tus músculos, aumentar la flexibilidad, mejorar el equilibrio, incrementar tu resistencia, mejorar tus hábitos alimenticios…

Si tu propósito es grande y significa un gran cambio en tu vida, fragmentaló en pequeñas metas que puedas ir alcanzando poco a poco, así no perderás la motivación y seguirás luchando para continuar avanzando.

Lo más sencillo para no caer en una rápida desmotivación es marcarse objetivos realistas a corto plazo, sino al final acabarás tirando la toalla con más facilidad. De hecho uno de los errores más comunes a la hora de plantearse retos es el de ser impaciente con los progresos.

Además, marcándote pequeñas metas evitarás una exigencia innecesaria y contraproducente para tu cuerpo que te puede llevar a lesiones, a un cansancio que provocará que no entrenes en varios días, a la frustración, y al abandono a la primera de cambio.

Busca deportes o ejercicios con los que disfrutes. Realizar una actividad física que te aburra te impedirá generar una rutina y adherencia a ella.

La motivación es el verdadero motor que convertirá tu propósito en una realidad. Por eso, si no eres de los que disfrutas pasando horas en el gimnasio, tal vez te guste más salir a caminar al parque, practicar algún deporte en equipo, o inscribirte en una clase de baile. 

Así que el primer paso que tienes que dar es buscar el tipo de ejercicio que mejor va contigo: running, yoga, senderismo, crossfit, ciclismo, hipopresivos, gap, aerobic, clases de baile, body pump… Existen infinidad de maneras de mantenerte en forma, solo tienes que dedicarle un poco de tiempo a descubrir cuál te motiva.

Recuerda que el ejercicio no tiene por qué ser aburrido, la base de la motivación es divertirte mientras ves tus progresos.

Practicar deporte puede ser algo monótono si se realiza a diario por las mismas rutas y sin compañía. Por eso, puedes buscarte un compañero de propósito: un amigo, tu pareja, un compañero de trabajo… ¡con quien sea!  Resulta mucho más difícil inventar excusas para no ir al gimnasio si alguien está esperándote allí.

Entrenar con otra persona o en grupo es una opción muy positiva a la hora de establecer una rutina.  Además estarás estimulado por tus compañeros y no querrás quedarte atrás. 

De esta forma tu rendimiento también mejorará. Compartir un rato de deporte con gente en mejores condiciones que tú te hará más fuerte, y verás como avanzas más rápido en tus rutinas. Asimismo, entrenar con otras personas hará que conozcas más tipos de ejercicios para entrenar. Pero no cometas el error de compararte con nadie, cada persona es diferente y cada uno necesita su tiempo para alcanzar sus metas.

Un estudio realizado por la Universidad de Princeton (EE.UU) confirma que hacer deporte en grupo mejora nuestra mente por diversas razones, pero principalmente porque incide en los efectos negativos que los ejercicios físicos puedan tener sobre nuestra actividad cerebral, el contacto social es un factor fundamental.

El ejercicio, el peso y la dieta van de la mano. Por eso, para conseguir tus objetivos no solo tienes que ser constante en tus entrenamientos, sino que además tienes que llevar una alimentación saludable.

Y es que hacer deporte no significa tener carta blanca para comer cualquier cantidad de cualquier cosa. Una dieta sana y equilibrada te ayudará a tener un nivel energético óptimo, rendir más, e incluso evitar lesiones.

Es importante beber agua para asegurarte de que tu cuerpo se mantiene perfectamente hidratado, seguir una dieta saludable, y descansar lo suficiente para que tu cuerpo pueda rendir al máximo cuándo hagas ejercicio.

¿Cumplistes tus objetivos? Como hemos dicho al principio el secreto está en fijarse pequeñas metas, pero además también es bueno celebrarlas haciéndote pequeños regalos. Asegúrate de que sean recompensas que vayan en línea con tus objetivos, no que los entorpezcan.

Las recompensas deberían ser siempre enfocadas en adquirir equipo para continuar con tu rutina, y no debes caer en los “premios de comida». Que hayas perdido peso no significa que tengas que recompensarte con una tableta de chocolate o con un plato repleto de comida grasienta.

propósitos saludables proteina

Conclusión: ¿Cuál es tu propósito saludable? ¿Tienes algún truco para cumplirlo? ¡Ponte en marcha! Esperamos que estos consejos te ayuden a cumplir todo lo que te propongas.

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