Seguramente, habrás oído hablar en infinidad de ocasiones de las vitaminas antioxidantes, especialmente, porque siempre se les han asociado con su acción antienvejecimiento. Sin embargo, más allá de esta característica, ¿sabes realmente qué son y por qué debemos incluirlas en nuestra dieta?
Qué son los antioxidantes
Los antioxidantes son indispensables para tener buen aspecto y estar sanos. Por ello, para conseguir una alimentación lo más saludable posible, tenemos que consumir alimentos ricos en antioxidantes, esto es, que contengan una fuente importante de esta sustancia que nos protege ante los radicales libres, responsables del envejecimiento prematuro de las células y una gran cantidad de enfermedades.
Los antioxidantes son compuestos sintetizados por los vegetales que impiden el efecto perjudicial de los radicales libres y que previenen enfermedades. Su función entonces es mantener la salud y reducir el estrés oxidativo, un problema que empeora con el paso de los años.
Nuestro organismo produce y neutraliza diariamente radicales libres. El mantener una dieta equilibrada, variada y con un aporte adecuado y suficiente de nutrientes, incluyendo las vitaminas antioxidantes, es un elemento clave para nuestra salud y la protección de nuestras defensas.
Cuando los radicales libres se acumulan en la sangre de una persona, pueden crear estrés oxidativo y aumentar el riesgo de desarrollar diferentes problemas de salud como cáncer y enfermedades cardíacas, entre muchas otras.
Hay una serie de hábitos que propician la formación de radicales libres:
Fumar
Consumo excesivo de alcohol
Dormir poco
La contaminación
Estrés
Tomar en exceso el sol
Dieta desequilibrada
Cuáles son las principales vitaminas antioxidantes
Vitamina C
La C es la vitamina estrella, fuente de energía y luminosidad y uno de nuestros antioxidantes favoritos, que regenera, hidrata e ilumina la piel. Retrasa los trastornos del envejecimiento y actúa sobre el sistema inmunitario.
Esta vitamina contribuye principalmente a la síntesis de colágeno y elastina, componentes primordiales para el desarrollo y sostenimiento de los vasos sanguíneos, tendones, huesos y ligamentos. Además, contribuye a que nuestro organismo aproveche de manera más eficaz otras vitaminas y minerales, como el hierro; aumenta la absorción del glutatión y ayuda a prevenir las manchas por hiperpigmentación de la piel.
Son ricos en vitamina C alimentos cómo la naranja, mandarina, limón, fresas, kiwi, col lombarda, pimiento rojo y verde. Cabe considerar que la vitamina C está presente en muchísimos alimentos vegetales, aunque que como es muy sensible, deben tomarse todos estos alimentos en crudo.
Vitamina E
Esta vitamina, además de fortalecer nuestro sistema inmunitario, es otro gran antioxidante, retrasando el envejecimiento celular ocasionado por la oxidación.
Protege al organismo contra los efectos del envejecimiento eliminando los radicales libres que causan degeneración de los tejidos como la piel y su presencia es importante en la formación de fibras elásticas y colágenas del tejido conjuntivo promoviendo la cicatrización de lesiones.
Asimismo, actúa como una barrera natural frente a la radiación de los rayos solares, protege las células de la oxidación, difumina las cicatrices y manchas propias del envejecimiento, contribuye a eliminar las pequeñas imperfecciones, preserva la elasticidad de la piel y previene y trata el acné.
Disfrutamos de sus beneficios en alimentos como las nueces, avellanas, almendras y pistachos, en el aguacate, el mango, las semillas de calabaza y girasol, el aceite de oliva, el aceite de hígado de bacalao, el brócoli y las frutas desecadas (pasas, dátiles, higos, etc.).
Vitamina A
La vitamina A es partícipe de un montón de funciones esenciales en el organismo, entre ellas la hidratación de la piel y la de reparación de la misma.
Es esencial para el correcto funcionamiento del cerebro, la piel, las uñas, la vista, el cabello… Ayuda a la regeneración celular y a la producción de colágeno y elastina de las fibras de la piel, siendo uno de los ingredientes activos con más beneficios visibles a corto plazo.
Esta vitamina está presente en las verduras y frutas de color naranja como la calabaza, albaricoques, zanahorias… y otras como las espinacas, coles…
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